La lesión de Isquiotibiales en el deporte es un tema súper interesante y mucho más común de lo que crees.
Si te gusta el deporte, principalmente uno en el cual haya desplazamientos a altas velocidades, es muy probable que en algún momento hayas observado a una persona que termina en el suelo tomándose la parte de atrás del muslo gritando de dolor. Si lamentablemente, vos has sido esa persona, entonces sabes muy bien de lo que estoy hablando y este blog te será no solamente muy interesante; sino de gran ayuda.
Para que podamos conversar tranquilamente sobre las lesiones de isquiotibiales, lo mejor sería lograr reconocerlos. Los isquiotibiales son los músculos de la parte posterior o parte de atrás del muslo, están formados por el músculo Semimembranoso, el Semitendinoso y el Bíceps femoral y se encargan de flexionar (doblar) la rodilla, extender la cadera y su función dinámica es de estabilizadores de la articulación de la rodilla de manera anteroposterior.
Conociendo un poco sobre este músculo tan importante podemos adentrarnos un poco en su lesión, por qué se da y lo más importante, cómo podemos recuperarnos de la misma y que debemos hacer para disminuir la posibilidad de reincidir en una distensión o ruptura del mismo.
Lo primero que me gustaría comentarles es la explicación del título con el cual iniciamos este interesante blog. Es debido a que los estudios más recientes nos indican que las lesiones de los isquiotibiales son de las más comunes en el deporte, principalmente en los deportes que incluyan carreras a alta velocidad, como el fútbol, el atletismo, el basquetbol, el tenis, entre otros. Además, son de las lesiones que más alto nivel de reincidencia presentan, así que, si has tenido más de una vez una distensión o ruptura en los isquiotibiales, ya puedes estar un poco más tranquilo, ya que lo que te sucede es completamente común y lo más importante es que NO ESTÁS SOL@.
Lamentablemente aún no se ha podido llegar a un acuerdo en cual serían un buen plan para disminuir este alto nivel de reincidencia, pero es un hecho que es de gran importancia conocer aspectos como el mecanismo de lesión, es decir, que era lo que estábamos haciendo en el momento en el que nos lesionamos, para direccionar el camino del fisioterapeuta en el descubrimiento del porqué te has lesionado y principalmente plantear el más óptimo tratamiento posible.
Tokutake et al, en el 2018 nos indica que las lesiones de isquiotibiales suceden principalmente en 2 situaciones: la primera es en la carrera a alta velocidad y la segunda es en el estiramiento extremo de las fibras del músculo, el cual puede suceder por factores externos como el contacto físico con otra persona, en una caída o bailando.
Conociendo esta información ya podemos tomar inició en el camino de la recuperación, ya que, si sabemos lo que sucedía biomecánicamente en el momento de la lesión, podemos investigar en qué parte del movimiento pudo fallar el músculo y así trabajarlo de la manera donde se mostró vulnerable.
Pero no debemos de permitir que nuestra atención se concentre en solo trabajar el músculo, ya que a pesar de que su fortalecimiento, control motor y capacidad elástica son bases fundamentales en su recuperación (Bourne et al., 2018), hay otros factores involucrados en la biomecánica de este músculo merecedores de toda nuestra atención. Lo primero que debemos notar es que cuando hablamos algunas líneas atrás sobre la función de esta musculatura, es que forma parte no solo de la movilidad de la rodilla, sino que también forma parte de la movilidad de la cadera. A estos músculos se les conoce como biarticulares.
Con este dato ya tenemos un punto súper importante que agregar en nuestro trabajo de recuperación que es el componente de la cadera. Si no contamos con una eficiente movilidad y control de cadera, tenemos más posibilidades de sufrir o reincidir en una lesión de isquiotibiales.
Uno de los principales factores de riesgo provenientes de la cadera en las lesiones de isquiotibiales es la condición conocida como amnesia glútea.
Para explicar la amnesia glútea, primero debemos hablar un poco sobre la biomecánica de la extensión de la cadera (cuando llevamos la pierna hacia atrás). La musculatura principal en la ejecución de este movimiento son el glúteo mayor, los isquiotibiales y los músculos lumbares. Debemos recalcar que es de suma importancia que la activación muscular durante este movimiento suceda justamente en ese orden para que el movimiento sea ejecutado de manera efectiva.
La amnesia glútea es justamente cuando la activación muscular durante este movimiento no concuerda con el orden que estamos mencionando. Lamentablemente, esta condición es muy común en la mayoría de personas, principalmente las que pasan mucho tiempo sentadas, las que tienen alteraciones posturales como una hiperlordosis o cola de pato y los atletas que nunca han realizado trabajos específicos para fortalecer sus glúteos.
Cuando se da la amnesia glútea, es común ver una activación errónea donde en el peor de los casos los glúteos se activan de último o no se activan del todo.
Ahora utilicemos un poco nuestra imaginación y visualicémonos en una carrera a alta velocidad, ya sea para llegar de primeros, para alcanzar una pelota o al ver que esta es nuestra oportunidad de anotar ese gol importantísimo para ganar el partido, vamos a toda máquina, ¿cierto? Para ir a esa velocidad necesitamos que el glúteo ejecute su máxima contracción, pero con una amnesia glútea este llega rápidamente a la fatiga y, por ende, adivinen sobre quién va a recaer ese esfuerzo máximo que estamos realizando… (música de suspenso)
¡Exacto! A los isquiotibiales, los cuales, por su biomecánica, no están hechos para ejecutar estos esfuerzos submáximos, así que, en vez de anotar ese gol importante, lo único que haremos es escuchar un ¡POP!, sentir un dolor incapacitante y terminar en el suelo con nuestra famosa ruptura muscular. Bastante desalentador, yo personalmente estaba casi celebrando el gol que iban a anotar.
Lo que sí debe alentarlos es que nuestra clínica los espera y ya saben que no los dejaremos irse hasta que hayamos trabajado todos los aspectos que hemos mencionado para que las posibilidades de recaer en una lesión de isquios sean mínimas.
Ya mencionamos la movilidad de cadera, también a una de las condiciones más importantes implicadas en esta lesión, así que ya podemos ir concluyendo nuestro camino en la búsqueda de una recuperación óptima con el trabajo del propio músculo.
Numerosos estudios indican que el trabajo excéntrico de esta musculatura es un enorme reductor de riesgo de sufrir este tipo de lesiones. (Bourne et al., 2018) Esto debido a los beneficios que otorga este tipo de entrenamiento, como aumento en la longitud de los fascículos de la cabeza larga del bíceps femoral, aumento de la fuerza muscular, entre otros.
Otros estudios hablan de llenar al músculo de todos los estímulos posibles para tener un control óptimo de la musculatura, no solo entrenar la capacidad excéntrica, sino que la isométrica y concéntrica deben ir de la mano en nuestra recuperación.
Biz et al, en el 2021 en su revisión sistemática utiliza como intervención, protocolos conservadores de prevención que incluyen entrenamientos específicos destinados al estiramiento estático/dinámico como el famoso Nórdico de isquiotibiales, flexiones rusas (Russian hamstring curl), ejercicios de estabilidad de CORE y entrenamiento de balance y equilibrio. También resulta de mucha ayuda los protocolos preestablecidos como el programa FIFA 11+, el cual puede ser dirigido a la prevención de lesiones de isquiotibiales.
Teniendo todas estas herramientas, sumadas al efectivo combo de regeneración que ofrece la Clínica de Fisioterapia y Rehabilitación Elisa Moreno, conformado por láser de alta potencia, magneto de alta potencia y las oscilaciones profundas. Usted querido lector se puede asegurar que en nuestra clínica va a recibir un tratamiento de alto nivel y totalmente actualizado que buscará trabajar todos los detalles que provocaron su lesión o re lesión de los isquiotibiales.
Pues así es, una vez más hemos concluido nuestra aventura en la búsqueda de la comprensión de que le sucede a nuestro cuerpo y qué podemos hacer para solucionarlo. Fue un gusto tener su compañía en todo momento y repito el final de mi último blog sobre la rodilla del corredor. Si al finalizar esta lectura usted querido amigo o amiga encontró una luz al final del túnel de la lesión de isquiotibiales o le impulsé a investigar sobre este tema tan interesante, este blog ha sido todo un éxito.
Muchas gracias por su tiempo y hasta la próxima.